hiraldo rosanna

Rosanna - Mi nombre en chino iluminación
martes, 26 de abril de 2011
miércoles, 6 de abril de 2011
jueves, 10 de marzo de 2011
miércoles, 9 de marzo de 2011
Educacion ambiental en la escuela
Actualmente nos encontramos bombardeados de información acerca de los desastres ambientales que con gran seriedad que estamos padeciendo, como el sobrecalentamiento climático, la deforestación, la desertificación, entre otros.
Estos problemas ambientales pueden resultar de distinta repercusión, ya sean nacionales (afectando a un país), internacionales (compartidos entre países limítrofes), o mundiales ( de gran escalas, repercuten en todo el mundo). Es emergente de esta cuestión, una necesaria toma de conciencia acerca de como los hombres estamos interfiriendo en el curso normal de la naturaleza y afectando a nuestro planeta. Tierra.
Es muy importante significar que la educación ambiental debe ser comprendida como un proceso educativo integral que debe ser desarrollado sobre la base de objetivos y metas, así como resultados a obtener y no por tareas, actividades y acciones aisladas, fragmentadas, carentes de sistematicidad, como en ocasiones se ejecutan, con frecuencia en regiones y países.
Se necesita comprender e interiorizar que la educación ambiental es un proceso sistémico, sistemático, dialéctico, flexible, creativo y participativo, y como proceso, se debe orientar y desarrollar, a partir de objetivos concretos para la obtención de los resultados esperados.
La educación ambiental debe ser desarrollada mediante la utilización de la investigación y la experimentación, y con los recursos que ofrece la Investigación Educativa, se pueden producir procesos de educación ambiental con rigor, cientificidad, calidad y eficacia que logren resolver problemas ambientales con la participación social. Se necesita pasar de una educación ambiental teórica y contemplativa a una educación práctica y resolutiva de problemas.
- FRASES…
```Cuidando tu escuela, cuidas tu vida```
`` manten la higiene en tu escuela y asi mantendras la tuya``
EL PROCESO DE EDUCACIÓN AMBIENTAL QUE SE REAIZA EN PAISES, REGIONES, CONTINENTES, Y OTROS LUGARES DURANTE SU CONCEPCION, ORGANIZACIÓN, DESARROLLO Y PRACTICA, CONSIDERADA Y TIENE PRESENTE, LO QUE A CONTINUACION PREGUNTAMOS:
- ¿Tiene la línea temática o tema definido?
- ¿Se parte de un problema?
- ¿El problema está determinado, clarificado y existe verdaderamente?
- ¿Se encuentra precisado el objeto del trabajo?
- ¿Está delimitado el campo de acción?
- ¿Siempre se definen hipótesis, preguntas científicas, ideas a defender o se elabora una guía temática?
- ¿Se utilizan enfoques, estrategias didáctico - metodológicas; los contenidos están definidos, así como las actividades son productivas y no reproductivas para lograr acciones concretas?
- ¿Qué métodos teóricos, empíricos, matemáticos y estadísticos, entre otros, se utilizan?
- ¿Qué tareas se definen durante el proceso?
- ¿Se tiene determinada la novedad, la significación práctica, el aporte teórico, el aporte práctico y la relevancia ecológica, económica, social y ambiental de la experiencia?
- ¿Durante el desarrollo del proyecto, experiencia y programa, se determina y utilizan variables e indicadores para medir el impacto y evaluar el proceso?
- ¿Somos capaces de medir y evaluar el impacto del proceso de educación ambiental que se desarrolló y cómo fue la calidad de los resultados obtenidos?
- ¿Por qué declaramos que utilizamos el enfoque, paradigma o modelo cuantitativo o cualitativo u otro por separados?, ¿Se dan en la práctica educativa o social, la aplicación de enfoques paradigmas y modelos únicos o puro?, ¿Se tiene la compresión de que los enfoques, modelos o paradigmas no son dicotómicos, excluyentes, sino pares dialécticos?
- ¿Cómo se evalúa la educación ambiental? ¿Se evalúa un proceso o una asignatura?, ¿Se evalúa tradicionalmente conocimientos o un proceso escolar, familiar, comunitario y social?, ¿Se evalúa el conocimiento o actitudes, aptitudes, la participación, la gestión para la protección del medio ambiente de los individuos? y ¿es la evaluación de la educación ambiental sobre un determinado aspecto o integral?
PARA QUE LEAS Y LO PONGAS EN PRACTICA
LA IMPORTANCIA DE LA AMISTAD
Es algo muy importante en la adolescencia. Porque a menudo estás más con los amigos que con tus padres y tienes más confianza. Lo bueno que tienen los amigos es que los eliges, y si no te tratan bien, puedes hablar con ellos y decírselo, y si no lo hacen, puedes buscarte otros. Pero pueden arrastrarte hacia el alcohol y las drogas, esto ocurre, porque en la adolescencia, es muy fácil dejarte influir por tus amigos, pero hay veces que hay que saber decir NO.
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Los adolescentes sin amigos, lo suelen pasar muy mal porque se sienten solos, sin nadie de su edad en la que confiar y con la que hablar. Muchos de los adolescentes no tienen amigos, no porque a todo el mundo le caiga mal, sino porque a la persona que más influencia tiene en la clase, le cae mal y los demás tienen miedo a que por ir con él / ella también ellos tengan que pasar por lo mismo. |
También tienes que saber elegir bien tus amigos, con los que más cosas tienes en común o simplemente con los que te llevas mejor, si ves que no estás a gusto con ellos, puedes buscar otros con los que tengas más en común. También para que sea una amistad verdadera tiene que haber: |
| - CONFIANZA: para - SINCERIDAD: Es necesaria para que haya confianza, es una forma de compartir secretos, o sentimientos a tus amigos. - FIDELIDAD: Confianza también es fidelidad, porque un amigo no debe fallarte, debe estar siempre ahí. |
jueves, 3 de marzo de 2011
jueves, 17 de febrero de 2011
SANTO DOMINGO>.>>>>
Calificar las calles y autopistas del país como "una selva", cuando se analiza la forma en que conductores transitan por ellas, es una expresión común y corriente.
Conducción sin licencia, carencia de seguros, luces, marbetes, cruces de semáforos en rojo, uso de celulares mientras se lleva el volante, falta del cinturón de seguridad, transitar en vía contraria y rebases temerarios convierten a las vías en "un verdadero infierno".
Motoristas sin cascos protectores, desplazándose a la ofensiva, montados en elevados y pasando por túneles y otros lugares que se les está prohibido por disposición de las autoridades, son algunas de las violaciones a la Ley 241 que regula el tránsito de vehículos de motor.
La tecnología educativa, por su naturaleza y finalidad, difiere mucho de las tecnologías de otras áreas laborales. Ella por proceder e incidir en el hombredebe ser humanista y humanizante. Concebirla como una tecnología mecánica y rígida es un grave error. A partir de la criticidad, creatividady cooperación de los agentes educativos debe apuntar a flexibilizar la tecnología y adecuarla a las exigencias, necesidades e intereses de cada realidad social.
CONCEPTO
Se entiende por tecnología educativa al acercamiento científico basado en la teoría de sistemas que proporciona al educador las herramientas de planificación y desarrollo, así como la tecnología, busca mejorar los procesos de enseñanza y de aprendizaje a través del logro de los objetivos educativos y buscando la efectividad y el significado del aprendizaje.
San ValentinLos enamorados tienen un día en nuestro calendario para demostrar o reafirmar su amor mediante regalos, dedicatorias o poemas pero ¿por qué el 14 de febrero? ¿Quieres conocer la leyenda de San Valentín y de dónde procede esta celebración?
Existen diversas teorías que otorgan a esta fecha el origen del Día de los Enamorados. En los países nórdicos es durante estas fechas cuando se emparejan y aparean los pájaros, de ahí que este periodo se vea como un símbolo de amor y de creación.
Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego era Eros y a quien los romanos llamaban Cupido. En esta celebración se pedían los favores del dios a través de regalos u ofrendas para conseguir así encontrar al enamorado ideal.
San ValentinCárcel de San Valentín
También, y hace muchos siglos, fue tradicional en Inglaterra la "fiesta de los valentinus", donde se elegían a hombres y a mujeres para que formaran pareja. Muchas de estas parejas se convertían en marido y mujer y conseguían la felicidad de pareja que se espera encontrar y consolidar el Día de San Valentín.
Otras fuentes centran el origen de la historia de San Valentín en la Roma del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido. En este periodo también se prohibía el matrimonio entre los soldados ya que se creía que los hombres solteros rendían más en el campo de batalla que los hombres casados porque no estaban emocionalmente ligados a sus familias.
Es en estas circunstancias cuando surge la figura de San Valentín, un sacerdote cristiano que ante tal injusticia decide casar a las parejas bajo el ritual cristiano a escondidas de los ojos romanos.
Valentín adquiere por proteger a los enamorados y auspiciar bodas secretas gran prestigio en toda la ciudad y es llamado por el emperador Claudio II para conocerle. El sacerdote aprovecha aquella visita para hacer propaganda de la religión cristiana y convencer al emperador para que siga los pasos de Jesús. Aunque en un principio Claudio II se sintió atraído por aquella religión que los mismos romanos perseguían, los soldados y el propio Gobernador de Roma le obligaron a desistir y organizaron una campaña en contra de Valentín. El emperador romano cambió de opinión y ordenó al gobernador de Roma que procesara al sacerdote.
La misión de condenar al sacerdote la tuvo que llevar acabo el lugarteniente, Asterius. Éste, cuando estuvo delante del sacerdote, se burló de la religión cristiana y quiso poner a prueba a Valentín. Le preguntó si sería capaz de devolver la vista a una de sus hijas que era ciega de nacimiento. El sacerdote aceptó y en nombre del Señor obró el milagro. El lugarteniente y toda su familia se convirtieron al cristianismo pero no pudieron librar a Valentín de su martirio. San Valentín fue ejecutado un 14 de febrero.
Mientras estuvo encerrado, su carcelero le pidió que diera clases a su hija Julia, a base de lecciones y horas juntos, Valentín se enamoró de la muchacha. La víspera de su ejecución, envió una nota de despedida a la chica en la que firmó con las palabras "de tu Valentín", de ahí el origen de las cartas de amor y poemas que se envían los enamorados en la actualidad y de la expresión de despedida "From Your Valentine"; conocida en todo el mundo adjunta en miles de postales de San Valentín.
Cuerpo de San Valentín
La historia de San Valentín hubiera quedado ahí si no fuera porque dos siglos más tarde la Iglesia católica la recuperó. Por aquel entonces era tradición entre los adolescentes practicar una curiosa fiesta pagana derivada de los ritos en honor del dios Lupercus, dios de la fertilidad que se celebraba el día 15 de febrero. Era un sorteo mediante el cual cada chico escogía el nombre de una joven que se convertiría en su compañera de diversión durante un año. La Santa Sede quiso acabar con esta celebración pagana y canonizó a San Valentín como patrón de los enamorados.
El cuerpo de San Valentín se conserva actualmente en la Basílica de su mismo nombre que está situada en la ciudad italiana de Terni. Cada 14 de febrero se celebra en este templo un acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren unirse en matrimonio al año siguiente.
Sea como fuese, San Valentín se ha convertido en el patrón de todos los enamorados y de todas aquellas personas que quieren tener una pareja. Los comerciantes se han hecho eco de esta festividad y la han convertido en un día perfecto para aumentar las ventas. Flores, postales, poemas de amor, dedicatorias, bombones y regalos de todo tipo se realizan este día al ser querido para demostrar su amor y amistad.
lunes, 7 de febrero de 2011
Técnicas para aprendices de periodismo o de escritor
A mis colegas periodistas he querido atraer su atención sobre este breve ensayo de Horacio Quiroga, donde ofrece técnicas sobre cómo escribir cuentos, pero que se pueden aplicar a la redacción periodística o a cualquier género literario.
Claro, es partiendo del hecho de que todos somos aprendices –sin importar el tiempo que tengamos en la profesión, por tanto que siempre debemos estar prestos a asimilar nuevos conocimientos, como la esponja absorbe el agua.
He aquí el artículo:
Una larga frecuentación de personas dedicadas entre nosotros a escribir cuentos, y alguna experiencia personal al respecto, me han sugerido más de una vez la sospecha de si no hay, en el arte de escribir cuentos, algunos trucos de oficio, algunas recetas de cómodo uso y efecto seguro, y si no podrían ellos ser formulados para pasatiempo de las muchas personas cuyas ocupaciones serias no les permiten perfeccionarse en una profesión mal retribuida por lo general y no siempre bien vista.
Esta frecuentación de los cuentistas, los comentarios oídos, el haber sido confidente de sus luchas, inquietudes y desesperanzas, han traído a mi ánimo la convicción de que, salvo contadas excepciones en que un cuento sale bien sin recurso alguno, todos los restantes se realizan por medio de recetas o trucos de procedimiento al alcance de todos, siempre, claro está, que se conozcan su ubicación y su fin.
Varios amigos me han alentado a emprender este trabajo, que podríamos llamar de divulgación literaria, si lo de literario no fuera un término muy avanzado para una anagnosia elemental.
Un día, pues, emprenderé esta obra altruista, por cualquiera de sus lados, y piadosa, desde otros puntos de vista.
Hoy apuntaré algunos de los trucos que me han parecido hallarse más a flor de ojo. Hubiera sido mi deseo citar los cuentos nacionales cuyos párrafos extracto más adelante.
Otra vez será. Contentémonos por ahora con exponer tres o cuatro recetas de las más usuales y seguras, convencidos de que ellas facilitarán la práctica cómoda y casera de lo que se ha venido a llamar el más difícil de los géneros literarios.
Comenzaremos por el final. Me he convencido de que, del mismo modo que en el soneto, el cuento empieza por el fin. Nada en el mundo parecería más fácil que hallar la frase final para una historia que, precisamente, acaba de concluir. Nada, sin embargo, es más difícil.
Encontré una vez a un amigo mío, excelente cuentista, llorando, de codos sobre un cuento que no podía terminar. Faltábale sólo la frase final. Pero no la veía, sollozaba, sin lograr verla así tampoco.
He observado que el llanto sirve por lo general en literatura para vivir el cuento, al modo ruso; pero no para escribirlo. Podría asegurarse a ojos cerrados que toda historia que hace sollozar a su autor al escribirla, admite matemáticamente esta frase final: «¡Estaba muerta!»
Por no recordarla a tiempo su autor, hemos visto fracasar más de un cuento de gran fuerza. El artista muy sensible debe tener siempre listos, cómo lágrimas en la punta de su lápiz, los admirativos.
Las frases breves son indispensables para finalizar los cuentos de emoción recóndita o contenida. Una de ellas es: «Nunca volvieron a verse».
Puede ser más contenida aun: «Sólo ella volvió el rostro».
Y cuando la amargura y un cierto desdén superior priman en el autor, cabe esta sencilla frase: «Y así continuaron viviendo».
Otra frase de espíritu semejante a la anterior, aunque más cortante de estilo:
«Fue lo que hicieron».
Y ésta, por fin, que por demostrar gran dominio de sí e irónica suficiencia en el género, no recomendaría a los principiantes: «El cuento concluye aquí. Lo demás, apenas si tiene importancia para los personajes».
Esto no obstante, existe un truco para finalizar un cuento, que no es precisamente final, de gran efecto siempre y muy grato a los prosistas que escriben también en verso. Es este el truco del «leitmotiv».
Final: «Allá a lo lejos, tras el negro páramo calcinado, el fuego apagaba sus últimas llamas...»
Comienzo del cuento: «Silbando entre las pajas, el fuego invadía el campo, levantando grandes llamaradas. La criatura dormía...»
De mis muchas y prolijas observaciones, he deducido que el comienzo del cuento no es, como muchos desean creerlo, una tarea elemental. «Todo es comenzar». Nada más cierto, pero hay que hacerlo. Para comenzar se necesita, en el noventa y nueve por ciento de los casos, saber a dónde se va.
«La primera palabra de un cuento -se ha dicho- debe ya estar escrita con miras al final».
De acuerdo con este canon, he notado que el comienzo exabrupto, como si ya el lector conociera parte de la historia que le vamos a narrar, proporciona al cuento insólito vigor. Y he notado asimismo que la iniciación con oraciones complementarias favorece grandemente estos comienzos. Un ejemplo:
«Como Elena no estaba dispuesta a concederlo, él, después de observarla fríamente, fue a coger su sombrero. Ella, por todo comentario, se encogió de hombros».
Yo tuve siempre la impresión de que un cuento comenzado así tiene grandes posibilidades de triunfar. ¿Quién era Elena? Y él, ¿cómo se llamaba? ¿Qué cosa no le concedió Elena? ¿Qué motivos tenía él para pedírselo? ¿Y por qué observó fríamente a Elena, en vez de hacerlo furiosamente, como era lógico de esperar?
Véase todo lo que del cuento se ignora. Nadie lo sabe. Pero la atención del lector ya ha sido cogida por sorpresa, y esto constituye un desiderátum en el arte de contar.
He anotado algunas variantes a este truco de las frases secundarias. De óptimo efecto suele ser el comienzo condicional: «De haberla conocido a tiempo, el diputado hubiera ganado un saludo, y la reelección. Pero perdió ambas cosas».
A semejanza del ejemplo anterior, nada sabemos de estos personajes presentados como ya conocidos nuestros, ni de quién fuera tan influyente dama a quien el diputado no reconoció. El truco del interés está, precisamente, en ello.
«Como acababa de llover, el agua goteaba aún por los cristales. Y el seguir las líneas con el dedo fue la diversión mayor que desde su matrimonio hubiera tenido la recién casada».
Nadie supone que la luna de miel pueda mostrarse tan parca de dulzura al punto de hallarla por fin a lo largo de un vidrio en una tarde de lluvia.
De estas pequeñas diabluras está constituido el arte de contar.
En un tiempo se acudió a menudo, como a un procedimiento eficacísimo, al comienzo del cuento en diálogo. Hoy el misterio del diálogo se ha desvanecido del todo.
Tal vez dos o tres frases agudas arrastren todavía; pero si pasan de cuatro el lector salta en seguida. «No cansar». Tal es, a mi modo de ver, el apotegma inicial del perfecto cuentista. El tiempo es demasiado breve en esta miserable vida para perdérselo de un modo más miserable aún.
De acuerdo con mis impresiones tomadas aquí y allá, deduzco que el truco más eficaz (o eficiente, como se dice en la Escuela Normal), se lo halla en el uso de dos viejas fórmulas abandonadas, y a las que en un tiempo, sin embargo, se entregaron con toda su buena fe los viejos cuentistas. Ellas son:
«Era una hermosa noche de primavera» y «Había una vez...»
¿Qué intriga nos anuncian estos comienzos? ¿Qué evocaciones más insípidas, a fuerza de ingenuas, que las que despiertan estas dos sencillas y calmas frases? Nada en nuestro interior se violenta con ellas. Nada prometen ni nada sugieren a nuestro instinto adivinatorio.
Puédese, sin embargo, confiar en su éxito... si el resto vale. Después de meditarlo mucho, no he hallado a ambas recetas más que un inconveniente: el de despertar terriblemente la malicia de los cultores del cuento. Esta malicia profesional es la misma con que se acogería el anuncio de un hombre al que se dispusiera a revelar la belleza de una dama vulgarmente encubierta: «¡Cuidado! ¡Es hermosísima!»
Existe un truco singular, poco practicado, y, sin embargo, lleno de frescura cuando se lo usa con mala fe.
Este truco es el del lugar común. Nadie ignora lo que es en literatura el lugar común. «Pálido como la muerte» y «Dar la mano derecha por obtener algo» son dos bien característicos.
Llamamos lugar común de buena fe al que se comete arrastrado inconscientemente por el más puro sentimiento artístico; esta pureza de arte que nos lleva a loar en verso el encanto de las grietas de los ladrillos del andén de la estación del pueblecito de Cucullú, y la impresión sufrida por estos mismos ladrillos el día que la novia de nuestro amigo, a la que sólo conocíamos de vista, por casualidad los pisó.
Esta es la buena fe. La mala fe se reconoce en la falta de correlación entre la frase hecha y el sentimiento o circunstancia que la inspiran.
Ponerse pálido como la muerte ante el cadáver de la novia es un lugar común. Deja de serlo cuando al ver perfectamente viva a la novia de nuestro amigo, palidecemos hasta la muerte.
«Yo insistía en quitarle el lodo de los zapatos. Ella, riendo, se negaba. Y, con un breve saludo, saltó al tren, enfangada hasta el tobillo. Era la primera vez que yo la veía; no me había seducido, ni interesado, ni he vuelto más a verla. Pero lo que ella ignora es que, en aquel momento, yo hubiera dado con gusto la mano derecha por quitarle el barro de los zapatos».
Es natural y propio de un varón perder su mano por un amor, una vida o un beso. No lo es ya tanto darla por ver de cerca los zapatos de una desconocida. Sorprende la frase fuera de su ubicación psicológica habitual; y aquí está la mala fe.
El tiempo es breve. No son pocos los trucos que quedan por examinar. Creo firmemente que si añadimos a los ya estudiados el truco de la contraposición de adjetivos, el del color local, el truco de las ciencias técnicas, el del estilista sobrio, el del folklore, y algunos más que no escapan a la malicia de los colegas, facilitarán todos ellos en gran medir da la confección casera, rápida y sin fallas, de nuestros mejores cuentos nacionales...